Sobre
una pequeña isla
de arenas muy blancas,
tres flexibles palmeras,
rodeada de azules aguas,
asediada por pensamientos
y viejas gaviotas intrusas,
repaso mi vida y mi muerte
indefinidamente.
Que
hermoso es el cielo
con sus copos de algodón,
el sol transforma los colores,
las palmeras son sonajeros,
y la arena blanca una cuna,
sublime lugar para nacer ,
Mis
lagrimas salobres
mezcladas con la atmósfera,
forman perlas que la brisa
cobija en la blanca arena,
para que nazcan verdades.
Glorioso momento de nacer.
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