A veces cuando amo
es porque la lluvia tocó a mi puerta
o porque una flor dejó de ser botón
y nos regaló su perfume de colores brillantes,
tal vez simplemente es que llegó el invierno.
A veces cuando amo
es porque el viento retumba en mi laberinto,
los cardos cayeron dentro de mi apretada mano
o un pájaro alzó sus alas al viento.
A veces cuando amo
uno el mar a la tierra,
la noche al día,
la tormenta al sol de verano.
A veces cuando amo
desconozco las lágrimas que bañan mi sonrisa
y entrego la esperanza al porvenir.

...Y tú tan sola
en medio de la ciudad, perdida
y tú tan alta
que no puedo llegarte, hablarte,
tus alas tan blancas, tan fuertes
entre la lluvia,
tocando el cielo,
desafiando el plomo de la tarde.

Y tú tan libre,
yo no puedo igualarte,
despojar mi cuerpo de impurezas mundanas,
elevarme bajo la cortina de agua,
seguir tu albedrío.
Yo no puedo ser ave,
en este mundo la libertad de tu vuelo al aire tiene un precio
y es tan alto tu precio
como inmensa mi esclavitud en un cuerpo.



Eres parte de mí, de mis canciones,
manantial del que brotan mis ilusiones,
se alimenta por ti el verso sentido,
te instalas con tu música en mi alma en vilo.
Eres amor vetado por los dioses,
que siempre te juzgaron como a Damocles,
pero mi alma que clama por tu ausencia
nunca me ha perdonado la indolencia:
¡No se aleja al amor! Me gritó un beso.
¡NO! Al que te cubre y llena de embeleso.
No se parta de ti al ser adorado
aunque estar a su lado sea pecado.
Y es que los dioses saben de la vida
sólo para buscar al honor la medida
haciéndote olvidar un amor "condenado"
para salvar tu vida del pecado,
mas el amor nunca será indecente
y prueba de ello es la clara simiente
que el tuyo, en mi alma ha cosechado.

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Marel Mar vive en España, Palma de Mallorca, su seudónimo es Miki, su profesión Educadora, su genero preferido son las poesías, muy tiernas, colección de momentos emotivos hechos versos, muestra su alma, desnuda sus sentimientos para beneplácito de quienes la leen.