Un
nuevo comienzo
Las raíces
profundas y generosas,
engendraron vida bajo tierra.
De una espléndida ramificación
formo una mujer de cristal
con sus cabellos al viento,
y de otro ramal macizo, sólido,
formo un hombre de fuego
con su sombra hacia el sur.
Ella acaricia un gato.
El toca un afinado violín.
Dos rayos de luz penetran
el amplio tronco,
allí se elevan flores blancas.
Por ese orificio de nacimiento
penetra el agua de lluvia
alimentando las flores albas.
Con los cuatro elementos
agua, aire, fuego y tierra
una nueva e inocente pareja
bajo la nueva tierra
en el tercer milenio surgió.
Valeria Azul
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