Es
esa vida que se soñó,
pero no cree ser merecida,
es ese saber que nadie transmitió,
pero se conoce,
es ese añorar, sabiendo lo que vendrá
sin memoria,
es esa certeza de ser un designio,
entre realidades y sueños.
Volver,
pensar en regresar,
cuando todavía no se partió,
y esa mezcla de convencimientos y dudas
confundiendo la razón.
La
razón esos pensamientos
secuenciados y lógicos,
para lo cual nos preparamos
desde la niñez,
reforzamos en la juventud,
y creemos manejar en la adultez.
Y
al fin,
darnos cuenta que con menos racionalizar,
podemos percibir con los sentidos,
lo que la vida nos da,
olores, colores, sabores,
pero ya es tarde,
la lógica nos conduce
y a los sentidos,
los desgasto la vida.
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