Cierro
lo ojos, un lugar de ensueño,
un hada hermosa, traslucida, etérea,
esparce polvos mágicos por las estrellas,
un caballo alado, con su cuerpo cubre la luna,
agigantando su sombra en un cielo de cristal,
flores de intensos azules, rojos fuegos,
blancos impolutos, sobre una alfombra verde,
desde donde brota una melodía no terrenal.
Me
abandono al sueño, cambia el paisaje,
los colores se mezclan, el viento silba,
un bebe llora, hombres con turbantes,
madres piden piedad en una tierra impiadosa,
un alud de tierra es noticia, gritan los heridos,
se incendian los bosques, mientras caen
pinos centenarios, con sus hojas devoradas
por las llamas, que el viento incentiva,
explotan, dos hombres bombas,
tiñendo de rojo toda la tierra.
Lucho
por despertarme, me aferró a los colores,
el caballo alado esta por llegar al sol,
dejo de soñar, suspiro, estoy despierta.
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