Soñé que la mujer a quien adoro
con infame perjurio me engañaba
y a otro amante feliz, le abandonaba
de su amor el bellísimo tesoro.

Soñé que apasionado, que sonoro
su beso en otra boca resonaba
y aunque el sueño mis párpados
cerraba los abrían las fuentes de mi lloro.

Si en el drama futuro de mi vida
tan inmenso dolor me está esperando
que la muerte de mí compadecida

antes me brinde su reposo blando
porque más que la tumba me intimida
mirar despierto lo que estoy soñando.



Poeta puertorriqueño, nació en Caguas en 1848 y falleció en San Juan en 1880. A Gautier Benítez se le considera como el más alto exponente del post-Romanticismo de Puerto Rico. Se le conoce también como "El Bécquer puertorriqueño", y no sin razón, porque la influencia becqueriana aparece a todas luces en muchos de sus poemas, tanto en cuanto a la técnica de la métrica y versificación, como al contenido. Hasta llegó a usar alguna vez el pseudónimo de "Gustavo".

Murió muy joven, de unos treinta años, pero si hubiera vivido unos veinte años más, sin duda hubiera llegado a ser uno de los exponentes más grandes del pre-Modernismo hispanoamericano, por su elegancia en el estilo, su delicado sentimiento, su exotismo y fina dicción.

Pasó algún tiempo en España, haciendo la carrera de militar, pero nunca ejerció esta actividad profesional. Mientras su estancia en España , la añoranza de si querida Isla se trasluce en muchos algunos de sus mejores poemas, como se puede notar en tres poemas dedicados y titulados Puerto Rico.

Gautier Benítez fue un lírico consumado. Cantó a la amistad, al amor, a la patria y la muerte. Son conocidos sus poemas Ausencia, Regreso, y La barca.

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