Es hora del profundo silencio de las cosas.
Ya todo, aletargado, parece que dormita
bajo el halago de una pesadumbre infinita
que hace las horas tristes, y lentas y tediosas.

Discreto, el sol occiduo dibuja y prende rosas
de púrpura en las nubes; un aura leve agita
las frondas en silencio y apenas precipita
del viejo mar en calma las ondas rumorosas.

La tarde, flor de ensueño, doblega el áureo broche
y tiembla a la primera caricia de la noche
que esparce desde oriente su inmensa cauda bruna.

Mientras como un heraldo divino de esperanza
asoma, tras la noche ilumínica que avanza,
su rostro de oro pálido y magnifico: la Luna.



Nació en San Pedro de Macorís - República Dominicana, en 1884. Siendo aún muy joven, comenzó a escribir versos. Sus padres fueron Luis Arturo Bermúdez,  de profesión abogado y escritor, y Carmen Ortega. Más tarde colaboró en las revistas literarias más importantes de su tiempo, como "La Cuna de América", "Renacimiento" y "Letras". Llegó a dirigir en su ciudad natal la revista "Mireya".

Quizás la colección más conocida, aunque no necesariamente más la importante, de su creación literaria, sea "Los Humildes" (1916), dada su inclinación a favorecer siempre a los pobres y los más destituidos en la sociedad en que le tocó vivir. Alcanzó el encomio de la crítica. Publicó también: "Oro Virgen", (1910); "Las Liras del Silencio", (1923) y otras. En "Oro Virgen" y en "Líricas del Silencio", nos encontramos frente a un Bermúdez de tono, forma y contenido esencialmente modernista.

El fenómeno de "Los Humildes" es algo quizás nuevo para la elegancia e impasibilidad de un modernista. En esta colección de poemas, sin embargo, se puede observar cómo el joven poeta muestra un interés y dolor profundos por los desvalidos que, como hombre también de su tiempo, lo rodean. Pero, como poeta elegante y aristocrático, sin necesidad de gritar, comunica su pena; sin emitir fuertes protestas, nos envía un mensaje claro y auténtico: el del dolor de los oprimidos bajo la explotación del capital.

Bermúdez es todavía hoy día una de las figuras principales en la literatura dominicana. Murió en la misma ciudad que lo vio nacer, San Pedro de Macorís, en 1921.

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