Era un
ladrón malo que más querié furtar
que ir a la eglesia nin a puentes
alzar;
sabié de mal porcalzo su casa
governar,
uso malo que priso, no lo podié
dexar.
Si facié otros males, esto no lo
leemos,
serié mal condempnarlo por lo que
non savemos,
mas abóndenos esto que dicho vos a
vemos,
si ál fizo, perdóneli Christus en
qui creemos.
Entre las otras malas, avié una
bondat
que li vahó en cabo e dioli salvedat;
credié en la Gloriosa de toda
voluntat,
saludávala siempre contra la su
magestat.
[Si fuesse a furtar, o a otra
locura,
siempre se inclinava contra la su
figura,
dizié "Ave María" e más de
escriptura],
tenié su voluntad con esto más
segura.
Como qui en mal anda en mal á a
caer,
oviéronlo con furto est ladrón a
prender;
non ovo nul consejo con qué se
defender,
judgaron que lo fuessen en la forca
poner.
Levólo la justicia pora la crucejada,
do estava la forca por concejo
alzada;
prisiéronli los ojos con toca bien
atada,
alzáronlo de tierra con soga bien
tirada.
Alzáronlo de tierra quanto alzar
quisieron,
quantos cerca estavan por muerto lo
tovieron:
si ante lo sopiessen lo que depués
sopieron,
no li ovieran fecho esso que li
fizieron.
La Madre glorïosa, duecha de
acorrer,
que suele a sus siervos ennas cuitas
valer,
a esti condempnado quísoli pro
tener,
membróli del servicio que li solié
fer.
Metióli so los piedes do estava
colgado
las sus manos preciosas, tóvolo
alleviado:
non se sintió de cosa ninguna
embargado,
non sovo plus vicioso nunqua nin más
pagado.
Ende al día terzero vinieron los
parientes,
vinieron los amigos e los sus
connocientes,
vinién por descolgallo rascados e
dolientes,
sedié mejor la cosa que metién ellos
mientes.
Trobáronlo con alma alegre e sin
danno,
non serié tan vicioso si yoguiesse
en vanno;
dizié que so los piedes tenié un tal
escanno,
non sintrié mal ninguno si colgasse
un anno.
Quando lo entendieron los que lo
enforcaron,
tovieron que el lazo falsso gelo
dexaron;
fueron mal rependidos que no lo
degollaron,
tanto gozarién d'esso quanto depués
gozaron.
Fueron en un acuerdo toda essa
mesnada,
que fueron engannados enna mala
lazada,
mas que lo degollassen con foz o con
espada;
por un ladrón non fuesse tal villa
afontada.
Fueron por degollarlo los mancebos
más livianos,
con buenos seraniles grandes e
adïanos;
metió Sancta María entre medio las
manos,
fincaron los gorgueros de la
golliella sanos.
Quando esto vidieron que no'l podién
nocir,
que la Madre gloriosa lo querié
encobrir,
oviéronse con tanto del pleito a
partir,
hasta que Dios quisiesse dexáronlo
vevir.
Dexáronlo en paz que se fuesse su
vía,
ca ellos non querién ir contra
Sancta María,
mejoró en su vida, partióse de
follía:
quando cumplió so corso murióse de
su día.
Madre tan pïadosa, de tal benignidat,
que en buenos e en malos face su
pïadat,
devemos bendicirla de toda voluntat:
los que la bendissieron ganaron
grand rictat.
Las mannas de la Madre con las d'El
que parió
semejan bien calannas qui bien las
connoció;
Él por bonos e malos, por todos
descendió,
Ella, si la rogaron, a todos
acorrió.
Gonzalo de Berceo nació, con toda probabilidad, hacia finales del siglo XII, posiblemente en 1195, en el pueblo denominado Berceo, aledaño a la abadía de San Millán de la Cogolla y falleció cerca del 1274. En algunas escrituras de 1220 aparece la firma de él y, para 1237, ya era sacerdote.
Poco se sabe de su vida. En cuanto a sus obras sabemos más. El tema de todas ellas versa sobre la Virgen, sobre la misa y la vida de algunos santos, como Santo Domingo de Silos, San Millán, San Lorenzo, Santa Oria virgen, Santa Auria virgen, y a los que hay que añadir su famoso poema de Alejandro Magno, el de los Loores de Nuestra Señora, el de los Milagros de Nuestra Señora, el Duelo de la Virgen María, etc. O sea, que sus temas son exclusivamente religiosos.
Berceo es un poeta ingenuo, con alguna erudición y, aunque sencillo, de gran inspiración. Se podría decir que su obra es un fresco de grandes proporciones, aunque con un toque rústico y un admirable candor, inconfundibles ambos. |
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