La República Dominicana se encuentra
por el momento en plena paz y tranquilidad.
¡ Loado sea Dios!

DEDICATORIA:
Al ilustre Caballero Mr. Tomás Cleveland,
 Ministro Americano cerca del Gobierno
Dominicano, residente en la Capital
de nuestra República. El señor
Cleveland ha sido bien obsequiado en
todas las Comarcas del Cibao que ha
visitado; que para bien sea.

Con toda satisfacción
Damos hoy publicidad
Que ya la tranquilidad
Reina en toda la Nación;
Pues la cruel revolución
Ha bajado su estandarte
En ese mismo baluarte
que de cuna le sirvió;
Y la paz enarboló
El suyo por toda parte.

Los dos Jefes principales
De la tal revolución,
Viendo ya con atención
Las consecuencias fatales
De esas luchas criminales,
Con el Gobierno pactaron,
Y fielmente celebraron
El Demetrio y Desiderio,
Un pacto bastante serio
Que en Montecristy firmaron.

La Provincia de La Vega
Se encuentra toda de gala,
Porque Perico Lasala
Tampoco quiere más brega;
Haciendo su gente entrega
De sus armas principales;
Inclusos los generales
Pimentel y otros varios,
Los que ya no son contrarios
Del Gobierno de Morales.

Y hay quien diga con afán
Que ya Perico Lasala,
Jamás tirará una bala
Por su compadre don Juan
El araña capitán,
Que después que le ofreció
La ínsula, se embarcó
A gozar a Puerto Rico,
Y al infeliz del Perico
En la estaca lo dejó. (1).
Por lo dicho se verá
Que ya todo está tranquilo,
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(1) El refrán que dice: "quedó como
perico en la estaca"
.
Y por ese mismo estilo
Mucho tiempo lo estará.
Aunque nunca faltará
Algún hijuelo de perra,
Que desee otra vez la guerra;
Pero si cualquiera abusa,
Ya encontrará su tusa
Con los blancos de otra tierra.
Pues, ¿quién es el que no sabe
Que el Gobierno yanqui ha sido

Quien más ha contribuido
A que la guerra se acabe?
Y que esa gloria le cabe
A los norte-americanos,
Que alzadas tienen las manos
Para aplastar a cualquiera,
Que intente encender la hoguera
Entre los dominicanos.

Toda nación europea
Y los norte-americanos,
Entre los dominicanos
No consienten más pelea.
Que cual gobierno que sea
Ellos lo han de proteger
Y por la fuerza han de hacer
Que no se altere la paz,
Como remedio eficaz
Para el País florecer.

Ya un Ministro americano
Reside en la Capital,
Y lo que es el litoral
Del País dominicano
Nunca faltará a la mano
Muy grandes buques de guerra,
Que echarán gentes a tierra
Por millones si se ofrece;
Y el que se mueve, perece,
Y que de una vez se entierra.

El pueblo dominicano
Será siempre independiente,
Como promete fielmente
El coloso americano;
Y no habrá poder humano
Que le toque en realidad,
Viviendo en tranquilidad
En paz, en buena armonía,
Pero, si es en anarquía,
Perderá su libertad.

Así es que desgraciado
Del que ahora se menea,
Que prontamente gotea
Y es de una vez sepultado.
Morales está apoyado
Y su Gobierno igualmente,
Con buques, dinero y gente,
y ya con revolución
Lo que es en nuestra Nación
No se tumba presidente.

Eso es bueno con batata, como dice
un refrán.



Nació en Moca en 1833 y se crió en la ciudad de Santiago. Poeta popular dominicano, emanado del Cibao, región donde el alma nacional conserva sus caracteres autóctonos y el habla del pueblo no ha perdido el sabor añejo del claro y sonoro idioma español en su modalidad andaluza. Las manifestaciones espontáneas de la vida criolla, reflejo de virtudes, vicios, inclinaciones pasionales, tristezas y alegrías, se tamizaban por su alma, y brotaban en la simple rima de la décima, forma poética con que de preferencia expresaba sus sentimientos el tipo salido del seno anónimo del pueblo. Con la vena en un incesante manar, el lenguaje rimado era la expresión natural de su espíritu jocundo, curioso, ligero, decidor y optimista, tocado siempre del amor y entusiasmo por las cosas nativas.

Sus décimas satisficieron una necesidad del espíritu colectivo. Eran solicitadas por el pueblo, que las compraba no bien estaban en circulación.

En general, las décimas reflejaban una de las tonalidades del ser social, no salido del primitivo y elemental existir aldeano, exento de elevadas aspiraciones y diariamente ocupado en formar con el copioso excedente de sus energías los suaves canales por donde deslizar el tiempo. Consideradas desde el punto de vista de los motivos que las inspiraban, se pueden sacar de ellas cuadros de costumbres nacionales, de esas que desterradas ya de los centros urbanos, perduran en las aldeas aisladas del progreso. Se puede, además, formar un catálogo de palabras y frases populares, cifrada expresión de maneras en el vivir y estados de pensamiento. Hasta ahora se ha publicado un volumen de las décimas pero hay material para más. La edición es del año 1927 y tiene prólogo de José Ramón López. Alix fallece en1918.

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