Lo queramos o no
sólo tenemos tres alternativas:
el ayer, el presente y el mañana.

Y ni siquiera tres
porque como dice el filósofo
el ayer es ayer
nos pertenece sólo en el recuerdo:
a la rosa que ya se deshojó
no se le puede sacar otro pétalo.

Las cartas por jugar
son solamente dos:
el presente y el día de mañana.

Y ni siquiera dos
porque es un hecho bien establecido
que el presente no existe
sino en la medida en que se hace pasado
y ya pasó...
como la juventud.

En resumidas cuentas
sólo nos va quedando el mañana:
yo levanto mi copa
por ese día que no llega nunca
pero que es lo único
de lo que realmente disponemos.

Poeta, cuentista y ensayista chileno nacido en San Fabián de Alico en 1914.
Aunque perteneció a una sencilla familia campesina, heredó de sus padres una gran sensibilidad artística. Después de sus estudios básicos se recibió como profesor de Matemáticas en el Liceo de Chillán y en la Universidad de Chile, en 1938. 
Durante varios años estuvo radicado Estados Unidos e Inglaterra gracias a becas otorgadas por institutos privados, regresando a Chile en 1951.
Desde 1937 incursionó en el cuento y el ensayo, manteniendo viva su vocación poética de tono evocativo y sentimental como se puede observar en «Cancionero sin nombre» de 1937. Con el paso de los años adoptó una línea que él mismo denominó "antipoesía", cuya muestra más sorprendente se observa en «Poemas y antipoemas» de 1954. 
En 1969 recibió el «Premio Nacional de Literatura» de Chile por «Obra gruesa». En 1991 fue galardonado por segunda vez en su país y obtuvo el «Premio Internacional Juan Rulfo».
Su obra ha sido traducida a numerosos idiomas.

Envíale ésta página a alguien especial
pulsá en el sobre