Dentro de una caja de valles y lagos,
con matices grises de melancolía,
cubierto de cortinas entreabiertas y manchadas...
Yo vi aquel pequeño Ángel... triste Ángel.

Sentado con lágrimas que colgaban de sus bellos ojos,
en una habitación de figuras voluptuosas,
con aire pesado y tibio sobre cosechas amargas...
Yo vi aquel pequeño Ángel... triste Ángel. 

Una herida de culpabilidad atravesó mi corazón...
en brotes púrpuras de mi alma el dolor de mi se apodero,
un Ángel no debe llorar a la nada le dije...
y me regocije en pliegues de líneas contrastadas de luces perdidas.

Dulce Ángel... similar a las extrañas y lejanas estrellas
que se contemplan y aman durante la existencia...
sentí que en la mesa oscura del cielo sombrío,
tu corazón era vació de sentimientos, mas no te podía tocar.

Mi mirada perdida que descansa sobre el perfil de las cosas
y vaga parecida a los quejidos del viento...
se poso sobre tu cuerpo desnudo y tendido al abandono,
en secretos esplendores de sol que no salía.

Y Yo... cadáver sin vida en los bajos rumbos...
busque almohadas empapadas de mil alegrías,
con telas de piel absorbí el agua de tu rostro...
pues un Ángel no llora... solo sonríe.

Busque rosas de cristal en fuego que llamea
que danzaran en tus lánguidas manos cansadas,
pues busco provocar ese entreabrir de tus labios...
y las envié en suspiros que a tus ojos llegarían.

Levanta la mirada pequeña criatura, 
abandona este lugar de fantasmas indiscretos,
no mires sobre tu espalda para contemplar
las muecas burlonas de bestias muertas.

Dentro de una caja de valles y lagos,
con matices grises de melancolía,
cubierto de cortinas entreabiertas y manchadas...
Yo vi como aquel bello Ángel se levantaba y me sonreía.

Entre las páginas de un oscuro libro...
detallada con letras intangibles como un remordimiento...
se halla grabada una mujer de cuerpo mimado...
que ocupa los espíritus alimentados de estupidez y errores.

En el triste prologo aferrado al inicio del montón de hojas...
ella hace pagar con confesiones los tercos y cobardes pecados...
envuelve en sus cabellos los caminos perdidos...
lavando con sus lagrimas las ropas sucias y manchadas.

Entre los puntos y las comas de un tiempo encantado...
se apropia del arrepentimiento y la voluntad...
entre el horror y las tinieblas de las imágenes...
devora con placer los agitados corazones.

En su roja boca se confunde la sangre de los demonios...
festín que purifica con sordos gemidos nuestros ojos...
elevando al cielo palabras inquietas bordadas como plegarias...
dibujando con sus manos el final de los tristes destinos...

En las últimas paginas de un final incierto...
sufre en la infamia de nuestros hipócritas vicios...
entre monstruos y fieras chillones que escandalizan el silencio...
se sacrifica derramando un placer clandestino y aburrido.

Entre las páginas de un oscuro libro...
detallada con letras intangibles como un remordimiento...
existe una mujer apenas murmurada por el viento...
nutriendo su alma con la oscuridad de otras almas...

Hoy quiero ser un niño...
Hoy quiero ser un hombre...

Quiero ser un niño...
para abrazar a mi madre con ternura,
para buscar su refugio en los días tristes,
para jugar con mi padre en la calle,
para buscarlo cuando mi cuarto este oscuro.

Quiero ser un hombre...
para entender las preocupaciones de mi madre,
para comprender los celos de mi padre,
para darme cuenta que después de crecer...
recuerde que también yo los ignore.

Quiero ser un niño...
para llevar en el corazón el nombre de mi madre,
que es el espíritu de Dios en los labios de los niños.

Quiero ser un hombre...
para llevar en la experiencia el valor de mi padre,
que es la ley y el orden en las mentes de los hombres.

Si pudiera ser niño y hombre a la vez...
no me daría pena pedir cosas tontas a Dios,
no tendría porque perdonar a mis padres de nada,
no tendría porque escribir esto...

Dan tiene 23 años, nació en el Distrito, México. Estudió hasta la preparatoria y ahora trabaja de diseñador para una pequeña editorial. 

Dice de él: "Me gusta escribir, escribir en demasía como si fuera yo un borracho empedernido en busca de más licor, así busco yo escribir, y más escribir. Escribo pequeños relatos en busca de reflejar el mundo que percibo en tenues y figuradas palabras, y algunas veces poesía. Me gusta la lectura, aunque sería difícil poder decir los autores que me gustan, es cuestión de gustos no de criterios, creo. Pero si hablo de autores podría mencionar al Sr. Edgar Allan Poe, Guy de Maupassant, H. P. Lovecraft, Patrick Süskin, entre otros. El genero de horror y misterio es uno de mis favoritos. No recuerdo que día empecé a escribir... solo sé que tal vez un día agarre un lápiz y de ahí me niego a soltarlo. No sé a donde quiero llegar, quizás por temor a que exista un final. Si me permites decir como me percibo a mismo te diría que me percibo como una caricatura, un inventario de un ser humano, un concepto que intenta materializarse"
"Una joya duerme sepultada en el corazón, desconocida e imperceptible, queda y silenciosa, la poesía. Y existen pues puntos, aunque sencillos y pobres como mis palabras, en que el deseo de expresar adquiere una fuerza y superioridad en el alma. ¿Y qué queda?. Sólo escribir y nada más... tal vez pintar, cantar, gritar, bailar, mas mi único deseo es escribir y nada más... como ritmo necesario en busca de la comprensión sin ser bella".

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