marco
el camino
a tu colina
con piedras
de luz
siempre
regresaré
a tus brazos
que me acogen
en refugio
que
pago en
mil jornadas
con
sus horas
estiradas
como siglos
siempre
regresaré
a descansar
mi cabeza
y apoyar
mi mano
translucida
en tu pecho
hacedor
del arco iris
transformador
de realidades
ver
entonces
los colores
de tu corazón
escuchar
en
el roce
de tus labios
la
voces
del Edén
perdido
y
sentir
los pasos
del Edén
que viene
hay
una luz
nueva
que se enciende.
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