Solo
doce años,
cuando mi vocación nació.
Sembrar, segar, hilar,
ayudar, compartir, perdonar.
Pasaron
muchos años,
aquí estoy sentada,
en esta encrucijada
inesperada del camino.
Es
corta la vida,
¿por qué renunciar?
¡contéstame Dios!
¿ si debo ahogar
los lamentos
de mi alma en pena?
¿Cuál
es el castigo
por querer ser feliz
ignorando las reglas
de esta hermandad?
Si
amar es pecado
¿no esta compensado
con hacer feliz,
a los marginados,
asistidos en mi camino?
Te
pido perdón
por no dominar mi corazón,
¡pero tú nos hiciste
de cielo y de barro!
¡No pretendas más que
lo que nos diste!
¡no puedo ser solo cielo
y agradar a tus ojos!
¿Qué hago con el barro?
¿Qué hago con los años?
¡Contéstame Dios!!
yo te escuchare
y si tu me lo pides
¡ renunciare!
|